Aquí vamos de nuevo, una vez más tenemos que pelear por nuestra libertad y nuestros derechos, solo que esta vez todo está en nuestra contra, el Plan B ya casi está aprobado, queda un filtro más, el de la suprema corte y tienen que saber el sentir de la población, y ese sentir no tiene que ver con ser solovino o fifí, ese sentir es el del derecho a votar por quien queramos sin importar nuestra preferencia política.
Llegar fue mucho más difícil que la primera vez, el Uber (si, el Uber, como un fifí) estaba inusualmente caro, sospechosamente varias calles muy lejanas al centro, pero que van en esa direccion estaban acordonadas, y de plano ya muy cerca del caballito me tuve que bajar y caminar al zócalo.
La oposición llena el zócalo.
Yo no lo llamaría la oposición, más bien la ciudadanía fue quien llenó el zócalo, pero no solo fue el zócalo, también fueron todas las calles que llevan ahí, a diferencia de la marcha de noviembre, esta vez la banda llego más puntual y cuando yo llegue, puntual, según yo, ya había tanta gente que nunca pude estar en el zócalo como tal. Una vez que el evento término fue que pude estar en la plancha del zócalo y ver como había estado la onda.
La importancia de las movilizaciones ciudadanas a favor del INE.
Como todos sabemos, sin importar de que partido político seas, el árbitro electoral es algo muy delicado, AMLO está empeñado en destruirlo y los diputados y senadores ya han traicionado a México, por lo tanto, la última línea de defensa que queda es la SCJN, la reforma de López, el tal Plan B es una prueba de que sabe algo que nosotros no sabemos y, en consecuencia, no le queda más que destruir al INE para poder perpetuar su poder.
La narrativa de la mañanera.
Después de la manifestación de noviembre en el monumento a la revolución López se dio cuenta de lo auténtico y válido de lo que en verdad la movilización está buscando y como es algo a lo que no tiene una respuesta lógica y no un ad hominem entonces decide crear una narrativa desde la mañanera la cual sus huestes repiten y repiten como merolicos como que es en apoyo a García Luna o para mantener los privilegios de unos cuantos, pero sobre todo que a los asistentes no les importa el pueblo, de nuevo la narrativa del encono, la narrativa de que quieren seguir con todo lo malo de antes (que es peor ahora número por número, pero eso no le importa a los solovinos) pero en ningún momento se argumenta sobre lo que contiene el plan b, no se responde a todos los que ya han argumentado porque es la destrucción del INE y porque no es más que una manera de AMLO para controlar las elecciones.
No podemos parar.
Esto no se puede quedar así, tenemos que seguir presionando para poder conservar las pocas instituciones que está dejando la 4T, tenemos que estar todos listos para el 2024 y para dar esa batalla final necesitamos de todas las instituciones que podamos salvar en lo que queda en este sexenio de pesadilla.