Este fin de semana largo fue el concierto populista de La Rosalía, pero eso fue solo el circo (el pan está muy caro), porque mientras eso tomaba lugar, en el senado pasaba algo que el AMLO del pasado jamás hubiera validado y seguro hubiera tomado las calles. Tras la negativa de la disque oposición para detener las ocurrencias de Morena, los senadores morenistas, por instrucciones de su mesías absoluto, decidieron cambiar la sede y “legislar” en Xicotencatl, sin debate, sin foro abierto y de hecho sin siquiera leer lo que estaban aprobando, un golpe no solo a la legalidad, también a la institucionalidad de México.
Vamos a especular de una vez
López sabe de sobra que lo que hizo es ilegal, Monreal ya sabe que él solo es el lacayo de López y el resto de la bancada de Morena no son más que unos serviles a las órdenes del mesías tropical, todos saben que lo que hicieron están mal y además están conscientes de que la suprema corte va a mandar al carajo todo lo que hicieron de forma ilegal y es justo eso lo que, creo yo, quiere López, quiere poder decir con nombre y apellido quien está en su contra y, por lo tanto, quien debe ser destruido, quiere poner al “pueblo sabio” en contra de la suprema corte porque es de las pocas instituciones que pueden detener la destrucción de las instituciones. Si el INE y el IFAI están bajo ataque constate del presidente la SCJN les dice quítate que ahí te voy y no solo le cuestan dinero al gobierno el cual ya quisiera usar AMLO para sus limosnas electorales, le ponen frenos que en los 70-80s, décadas en las que vive atrapado López, no existían y es más que evidente que el “al diablo con sus instituciones” es la única promesa que piensa cumplir, ya que simplemente no las entiende, pero lo más preocupante no entiende que esas instituciones que tanto odia son las más grandes victorias del pueblo, desde el inicio de este catastrófico sexenio López era indefendible ahora en verdad no solo requiere un maromero espectacular, también requiere de sangre fría.
